traducción : STOP CONSUMO
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stop consumo
titulo stop consommation - éditions Key Largo - Toulouse, 2001 -
auteur David Vial - traducción de Virginie Soulé
capítulo 1-
El tipo tiene un aire joven, unos trenta años, es grande, tiene el pelo castaño,
casi pelirrojo, enmarañado (sobre la cabeza). Baja de un coche del pasado, toma
la esquina de la calle y sube hacia el Este. Detrás de él la patrulla continúa su
ruta, dejándo a otra seguir la pista.
Alex, el tipo, empuja la puerta de un drugstore. Pregunta si está listo su sello.
Encargado el día anterior por teléfono, el objeto ha efectivamente sido
entregado con una caja de tinta de regalo. Para verificar el motivo, pide una hoja
al comerciante, que le entrega una con la efigie de coca. Entonces Alex apreta el
caucho contra la caja y lo dirige al logotipo rojo. STOP aparece en letras
mayúsculas, fuente : charter one. Contento del resultado, arruga la hoja y se
marcha.
Dirección Norte-Este- Sección fluvial
Dejándose llevar por el tráfico, Alex lia un cigarillo. Unos minutos más tarde,
aparca delante de un nuevo drugstore.
47 calle derecha-Número 356
Mientras entra allí, un madero paisano entra en el precedente. Acercándose al
mostrador muestra su placa y le hace preguntas sobre el tipo que acaba de salir.
El empleado afanoso le entrega en seguida el bono que revela la huella pedida
por el cliente : STOP en mayúsculas, fuente : charter one.
Por otro lado, Alex avanza algunos pasos hasta un expositor oxidado.
Interumpe a la persona en prácticas ocupada en cubrirlo de cargadores de
todos los modelos ; alla termina dejando su móvil para consultar la pantalla
táctil. « Sí, sí está hecho. » Entonces, la tendera revisa y saca una caja de
madera de debajo del mostrador. Adentro encuentra el paquete. Allí, Alex se
sirve : toma un prospecto de una pila espesa y prueba el sello con cuidado. Se
imprime en mayúsculas : CONSUMO. Satisfecho, deja los prospectos.
Al salir, inspira profundamente antes de entrar a su auto, luego arranca
tranquilamente, fundiéndose en tre la multitud y respectando los límites.
Todos los coches del pasado, como el que conduce Alex, tienen que circular por
un eje parálelo, sin rieles eléctricos. Las carreteras de asfalto ya no semantienen
desde hace varios años, un vehículo abandonado puede quedar ahí durante
meses antes de ser retirado por los servicios viales ; pero esto no molesta más
que a los usuarios de estas carreteras, a aquellos que viven todavía en el
pasado, a aquellos que conducen viejos cacharros.
En la circunvalación, Alex piensa en despistar la patrulla. Sabe que lo persiguen
cada vez que viene a la cuidad y no le importa. Los maderos se conforman con
seguirlo después de haberlo localizado en una pantalla. Es una forma de
contrato tácito entre los de afuera y las Brigada Municipales : si te comportas ,
cierran los ojos. Lo que odian, es la novedad, lo desconocido. Entonces más vale
utilizar el mismo vehículo al cual están acostumbrados, y que vigilan de lejos,
para entretenerse.
Ahora , Alex sigue hacia el sur. Le quedan una decena de kilómetros por recorrer
antes de alcanzar la puerta de la ciudad. A su derecha, naves eléctricos se
deslizan a buena velocidad , sin ruido, sin choque, ya que el flujo de automóviles
es denso peroe está regulado. Cada vehículo privado o público está equipado
con un aparato que lo une a la red. Este chip multifunción da su posición
geográfica al servidor que le responde modulando la velocidad del vehículo en
función del tráfico. El conductor no se ocupa más que de la dirección
¡Es un progreso significativo ! Uno de estos avances tecnológicos que llevarán
sin duda a grandes pasos a los integrados hacia un futuro cada vez más práctico,
cada vez más eficaz. De todas formas, la atribución de estos aparatos queda hoy
en día sumísa a ciertas condiciones : toda demanda debe ser acompañada de un
justificativo de domiciliación en la ciudad, el coche a equipar debe tener menos
de cinco años y sobretodo, se necesita una tarjeta de crédito acreditada.
Ahora bien, Alex no tiene tarjeta. Para la dirección en la ciudad, hubiera podido
arreglárselas pero para el coche, es necesaria una tarjeta. Sin tarjeta, no hay
crédito, sin crédito, no hay coche. Y para obtener una tarjeta, primero hay que
vender su tiempo. Es a ésto a lo que llaman estar integrado : estar dispues to a
vender su tiempo a cambio de una tarjeta que permita acceder a todo lo que el
progreso produce como comodidades, como distracciones.
Hace ahora7 u 8 años que pasamos a utilizar esta tarjeta única. El objeto tenía
que ser el nuevo símbolo de la libertad individual, personal, y contiene los datos
siguientes, grabados en el plástico :
Estado civil-apellido- nombre- fecha y lugar de nacimiento
Dirección- teléfono- dirección de correo eléctrico
Formaciones - competencias - conocimientos especializados - empleos
desempeñados
Permiso de conducir- salvoconductos
Datos bancarios-judiciales- notariales
Chequeo médico-grupo sanguíneo- compatibilidades orgánicos
A esto se añaden los contratos de seguros y de alquiler, los créditos en trámite,
la función de llave universal y por supuesto de tarjeta de crédito. Toda la
pesadez administrativa se encuentra eliminada súbitamente, por la puesta en
relación coherente de datos fragmentados ; es la libertad encontrada de nuevo
por millones de ciudadanos perdidos en esta sociedad liberal post-kafkiana de
principio de siglo; ¡una revolución que pretende la reconstitución del tejido
social borrando las apariencias de la desigualdad !
Este paso a la tarjeta única había sido votado por referendum. El estado tenía
entonces que fabricarlas : una por individuo, una por ciudadano legal del país.
Pero los bancos bloquearon el proceso. Se negaron a avalar a los endeudados y
a quienes habían tenido algún problema bancario reciente. Para ellos, estas
personas no son conciente del valor del dinero y esta forma de deficiencia pone
en peligro la sociedad. ¿ Cómo confiar en quienes toman a la ligera las
fluctuaciones de su cuenta bancaria ? Los banqueros se pusieron de acuerdo
para administrar a su manera las cuentas de todos los habitantes del país, pero
era necesario- precaución elemental- excluir primero a quienes se arriesgaran a
desencadenar una catástrofe desequilibrando los flujos por sus locuras.
A pesar de las sublevaciones, reprimidas sin remordimiento, el estado había
cedido. Así es como aquellos a quienes se le prohibía acceder a una cuenta
bancaria, aquellos que habían quebrado, quien estaba sobre-endeudado, y que
estaba subretribuido fueron sacrificados en aras de reformas fatales, llevando a
una mundialización global dirigidas por los poseedores de buenos modelos
económicos. Inmediatamente, fueron excluidos de la ciudades y vinieron a
aumentar la lista de quienes ya vivían sin tarjeta ni talonario desde hacía mucho
tiempo, Alex había sido parte de esta hornada
Aproximadamente dos kilómetros antes del check-point, un área de descanso en
ruinas era alcanzable únicamente por la antigua carretera. La gasolinera se
quemó durante los eventos y desde entonces, reemprendió la vegetación,
levantando el asfalto y rompiendo el hormigón. El sitio está desierto. Alex
aminora un poco la velocidad, la patrulla pasa por el otro carril. Lo esperará más
lejos en el carril de emergencia pero él no volverá a aparecer y finalmente, los
agentes no tendrán más que escribir en su informe : huella perdida a altura del
área de Volvestre a las cinco y venticuatro de la tarde. Esto justificaría su
incompetencia. Este área se convirtió rápidamente en un pasaje priviligiado
para entrar en la ciudad o salir de ésta discretamente. Detrás del telón de
vegetación empieza una carretera secundaria, un antiguo acceso de servicio
que permite llegar a las carreteras departamentales. Este camino se aleja del
perímetro de intervención de las Brigadas Municipales que deben, para
continuar siguiendo un coche sin aparato, usar un helicóptero o una vista de
satélite : muy caro, muy poco usado.
De todas formas, a los maderos no les importa un bledo saber adónde va. Puede
incluso irse al diablo, siempre que deje el sector sin provocar disturbios, su única
preocupación es que los no-integrados, no provoquen agitación mientras estén
en la ciudad y por supuesto que se queden en ella el menor tiempo posible.
Tienen como consigna señalar los despalzamientos y los sitios frecuentados por
todo individuo que llegue del exterior a otros « esbirros/policías », que se
encargan de analizar y de cotejar estas informaciones.
juzgando que ya se había alejado bastante del barullo de la ciudad, Alex aparca
a lo largo de la carretera desierta. Se estira, da algunos pasos sobre la calzada y
nota, más abajo, árboles frutales. De un salto, atraviesa la cuneta y se encuentra
entonces en un paseo de manzanos, una avenida larga y regular inundada de
una lujosa vegetación. De tanto en tanto, percibe en todas partes árboles que,
resurgiendo, habían dado frutas deformadas y desmedradas, manzanas como
puños de bebes de piel roja y arrugada.
Alex curioso, coge una y la muerde. El sabor acidulado deja un gusto dulce y
delicado, un gusto del pasado, desconocido de los jóvenes integrados. Mientras
come, sigue caminando por la alta hierba, explorando. El paseo de árboles se
pierde a lo lejos delante de él, hacia un río, a cada lado se encuentran otros
paseos paralelos y el conjunto está cercado por grandes alamos. Sin duda, se
cultivaban allí en otra época todo tipo de frutas. Es sorprendente que nadie aún
haya saqueado el sitio, sin duda desertado y abandonado desde hace tiempo.
Volviendo hacia la carretera Alex carga con una pequeña provisión de manzanas
rojas, después de apuntar con precisión en un mapa de carreteras la ubicación
exacta de la huerta.
Capítulo 2-
A la altura de Sta Croix, Alex enciende una radio rural, un antiguo módelo del
ejercito español. Chisporrotea un sonido retorcido, rápido, electónico. El
reconoce al estilo de O-live y sonríe. Lo imagina inclinado sobre sus máquinas, el
cuerpo marcando el ritmo, las manos mezclando los sonidos, maltratando a los
botones. Dentro de una hora aproximadamente, se habrá juntado con él , con él
y con los otros miembros de la tribu que forman, todos los no integrados,
asociados para ocupar una construcción aislada encaramada a una cumbre.
Rápidamente, habían instalado una radio pirata cuyo rayo de emisión delimitaba
su campo de influencia. Escuchando este sonido Alex sabe que está llegando,
que está en territorio amigo.
« ¿Entonces, como te fue ?
. Bien, tengo los sellos. Al regresar, he descubierto frutales. Valdría la pena
almacenar manzanas o peras, para hacer compotas ». Valerie se echó a reír.
« Desconfia, podríamos tomarte al pie de la letra. »
Están sentados en la mesa, en una cocina abierta al exterior. En el suelo,
baldosas multicolores componen dibujos regulares, hipnóticos. Jean entra en el
mismo momento en el Alex desenvuelve su botín de manzanas. Exclama
encatado y de un bocado, se traga una entera, muy feliz de la sorpresa.
Masticando, revuelve dentro de las cajas para sacar y probar los sellos.
STOP CONSUMO
« ¡Perfecto, dijo, ocasionará una desgracia !¿Nos ponemos manos a la obra ?
¡Vamos! »
La idea de Alex es simple : se trata de recortar miles de rectángulos de papel,
poner el eslogan en ellos antes de ir a dispersarlos en la ciudad. Para ello,
elaboran un sistema ingenioso de aletas voladoras que levanta el paquete de
octavillas, basta con tirar de un picaporte para que se escapen y caigan como la
lluvia a decenas de metros a la redonda. Así es como hacen su propaganda
revolucionaria ; la artimaña además, es muy eficaz y poco peligrosa ya que
cuando una patrulla localiza una cometa en el aire, es demasiado tarde : su
contenido cae rodando ya y los tipos han desaparecido, abandonando la
máquina al viento.
Jean y Alex se instalan en el taller para guillotinar tiras de papel.
« ¿Qué tal en la ciudad ?
Como siempre, los integrados siguen con la mirada tan vacía. Me da la impresión
de que no ven nada ni a nadie ; me deprime. Me pregunto si lo que hacemos toca
a uno de cada mil.
la fuerza de lo inconsciente tío! Tenemos que seguir atiborrándoles el
inconsciente de cosas diferentes de esas tonterías que que les endormecen,
justamente para despertar en ellos algo enterrado, que ya no pasa más por el
tubo.
¿Si...?
¡Yademás no tienen más que mover el culo ! ¡Venga, corta ! »
Después de unos minutos, prosigue Alex.
« Y aquí, qué tal ?
Pasaron los chicos, llegan de Praga y bajan a Portugal.
¿Quieren asentarse ?
Sí, es Valerie quien habló con ellos. Les guió por radio hasta la meseta
Plantaurel. Durante unos cuantos días, todo irá bien.
¿Sabes lo que les pasa ?
Tienen setas y los truecan por carne o especias. Pero creo que no nos quedan
más.
Y por frutas ? A ver, no tengo ni idea »
Se ponen durante más de tres horas a recortar cuadrados de diez por
diez.Cuando está hecho, vuelven dentro de la casa, donde Pierre y Valerie
cocinan cantando Boris Vian. A su entrada, en la cocina de fundición, el fuego
sopla de repente tan fuerte que acaba por llevárselo. Los cuatro se echan a reír
cuando crepita el fuego, como para concluir.
« Cómo andáis, pregunta Pierre ?
Tenemos el papel, tenemos los sellos. Comemos y nos ponemos otra vez manos
a la obra ¿Qué es ? pregunta Jean levantando una tapa
No toques ! gruñe Valerie. Pues poned pues la mesa, os sirvo. Es pato con setas,
una receta de su abuela.
De mi tía abuela, rectifica Pierre. Se llamaba Nina, una verdadera bruja de
corazón.
¿Una bruja ?
Si. En realidad, la apodamos así porque era la única a la redonda que todavía
sabía aprovechar los champiñones. Cuando comía trufas o que descuartizaba
uno de sus conejos, la tachaban de salvaje, de bárbara. Eso no impide que el día
que se armó una gorda, todos estaban como críos perdidos. Sin electricidad, sin
platos congelados, sin tentempliés, ni quick-eat.i Había que verlos lamentarse !
Hay bastantes en el pueblo que morían de hambre : demasiado orgullosos para
ir a ver a Nina. Date cuenta, los demás le deben mucho ¡Es ella quien me
transmitió todos aquellos secretitos que me hacen un ser tan excepcional !
¡Qué dices ! Sobretodo tuviste la potra de conocer paísanos. Bueno, a comer,
propone Valerie. »
Todos alaban a Nina y a sus fórmulas mágicas y comen con placer, entre el buen
humor y el olor del festín. Se les adivina felices, compartiendo una alegría no
fingida, sin sonrisas de convenienza ni risas forzadas. Alex es el único que
parece más taciturno, menos propenso a divertirse : porque no puede parar de
pensar en lo que viven los integrados. Cuando se produjeron los
acontecimientos, tenía poco más de veinte años como Pierre y Valerie, pero él
vivía en la ciudad. Y vuelve allá demasiado a menudo como para olvidar la vida
que llevan allá. Saberlo le pone triste.
Pierre y Valerie fueron criados juntos por una compañía de teatro callejera. Sus
padres habían sentido el aleteo de la mariposa y, en previsión de la tormenta
futura, optaron por una ocupación sensata de su tiempo : escupían fuego, hacían
malabarismos y deambulaban a diez metros del suelo, en lugar de fabricar
tonterías. En aquella época los demás, que creían ciegamente en la realidad de
los mercados y de la tele les tomaban el pelo. Eran saltimbanquis modernos,
bufones de un público exigente y a menudo ignorante. Pero esta opción de vivir
deliberadamente al margen se reveló salvadora porque, en el momento en el
que todo empezó a descontrolarse, vínculos sólidos que habían tejidos viajando
por toda Europa sirvieron de base a la primera red de organización paralela.
Valerie y Pierre siempre conocieron la libertad. Son conscientes de lo que
significa y además, saben de maravilla como propagar a su alrededor la fuerza y
el amor que les anima. Alex les admira. Cerca de ellos, sabe que la humanidad
persiste y resiste al asalto de los ego. Desgraciadamente también puede
considerar el margen que les aleja de los integrados, y este margen es tan
grande que provoca en él una tensión que a veces es insufrible. Le cuesta
trabajo creer que su acción, que sus acciones, tengan alguna posibilidad de
llevar a una integrada a ser , después de haber pasado tantos años a parecer. Se
desespera a veces ante la lucha a llevar, sabe que no cogerá los frutos y eso le
mina.
Para Jean, es también diferente. Mayor que ellos, vive su destino como la gran
aventura de su vida. A él, le importan un bledo los integrados y su vida de
mierda. Un día, había dejado todo plantado para escapar del sistema y después
de ocho años de buscarse la vida, había encontrado por fín con las personas
adecuadas. Por eso es por lo que se exaspera cuando Alex se preocupa por el
porvenir de su contemporáneo. Eso es lo que llama el síndrome de la
integración, como un mal del país. Según él si Alex se niega a vivir su libertad es
porque no ha cortado bien con sus antiguas ataduras. Considera por haberlo
hecho él mismo, que los integrados pueden cambiarlo todo si lo quieren
realmente.
Pero al mismo tiempo también sigue siendo conciente de que no todo el mundo
está preparado para vivir libre. Sabe bien que numerosos humanos todavía
necesitan referirse a una autoridad superior. Ya sea religiosa, política o
económica : les tranquiliza saber que alguién sabe lo que ellos no saben.
Delegan su responsabilidad y se conforman con consumir, y luego con el
pretexto de pagar exigen ser atendidos, aconsejados, cuidados, nutridos,
distraídos, adulados e incluso que les cuenten historias por la noche, antés de
irse a dormir.
Capítulo 3-
La fabricación de cometas es el campo reservado a Jean porque es el más habil
con las manos, el que está más acostumbrado a manejar la sierra y la llave de
diez. Por un propósito de ligereza, usa juncos finos unidos para formar el
armazón. Por encima, tiende una tela recortada en forma de paracaídas, luego
fija la caja de zapatos que contiene las octavillas. Una trampa cerrada por un
velcro posibilita la abertura a distancia gracias a un cabo independiente.
Basta con esperar a que el viento lleve el aparato a una decena de metros del
suelo para activar el mecanismo, entonces, la lluvia de papel inunda el área en
unos segundos.
Cuando todo está listo, cargan el coche. Alex se instala al volante, lo acompañan
Pierre y Valerie. Para Jean, ni hablar de volver a la ciudad por el momento, se
siente demasiado mal allá, y de todas maneras, tiene otras cosas que hacer.
En el camino, Alex indica la huerta a Valerie y promete pararse a la vuelta. La
niebla que sube del arroyo aún disimula los árboles. Pierre se queda silencioso,
concentrado en lo que tiene que hacer. Puede que sea su vigésima misión de
propaganda y siempre salen adelante, pero en realidad todo depende de él. Si
calcula mal la velocidad del viento o su dirección, la cometa puede estrellarse en
un minuto contra los transeúntes arruinando así la operación y forzándoles a
huir precipitadamente.
Después de haber cruzado por el área de Volvestre, desembocan en la autopista.
El asfalto está desierto. El sol calienta el suelo húmedo. Por abajo, se oyen los
charcos enloquecidos, asustados por el efecto de las ruedas. Debajo del primer
puente, Alex se fija en las cámaras que apuntan a la circulación. Detrás, Pierre
despliega la capota ; en el cielo de repente despejado, ve correr a gran velocidad
bonitas nubes blancas, señal de un claro duradero. Valerie no puede impedir de
reírse delante de sus narices para saludarlos.
Control 212 a central. Control 212 a central. Vehículo sin aparato localizado.
Tipo : Peugeot 404. Color Beige. Dirección Norte. Repito : dirección Norte.
El aire les fricciona las orejas. Pierre verifica la caja, su atadura sobre el armazón
y por fin la ata al Velcro. Todo esta en su lugar listo para ser usado. Se acercan.
Alex opta por rodear el centro de la ciudad para volver a subir hacia el lugar
desde donde lanzarán las octavillas, cruzan lentamente el asfalto explotado.
Unas alambradas aíslan la vieja carretera de un entorno hostil. Visto desde
arriba parece como un hilo de verdor, que corta de través un rompecabezas
geométrico.
En este barrio todas las casas prefabricadas están colocadas en líneas regulares
delimitando para cada una de ellas un cuadrado de césped enrollado. Algunos
han cavado un agujero de agua, signo de prosperidad, otros han construido
cocheras para proteger su vehículo personal. El conjunto está comunicado por
anchos paseos de alquitrán rojo, sobre el cual es más fácil hacer uso del
patinete. Los árboles están aúsentes, reemplazados por faroles ; y los niños
juegan prudentemente, casi sin moverse, sin gritar, sin gesticular, ni reírse...
incluso sin llorar.
Central a todos los coches. Central a todos los coches. Vehículo sin aparato
identificado. Tipo : Peugeot 404. Color: Beige Matrícula 3485 AJT 09. Orden de
vigilancia sector noreste. Repito orden de vigilancia sector noreste.
Legan a ver el puente. La obra (el cual), de casí un kilómetro de largo sin ningun
cable suspendido, constituye la mejor pista de despegue que han encontrado
por el momento. Desde allí, el viento siempre empuja las octavillas hacia las
calles comerciales de los muelles, a veces algunos planean hasta la estación de
trenes. Hoy el mensaje es claro.
El eslogan está destinado a mostrar a los especuladores que el mercado sigue
dependiendo de los consumidores. También es una exhortación medida, un
consejo promulgado, una regla revelada hecha para parar los ataques sin
sentido llevados por el ego contra una tierra cansada de soportar los caprichos
de un género húmano.
STOP CONSUMO
Coche 62 a la central. Coche 62 a la central. Vigilamos el sector. Orden bien
recibida. Repito : orden bien recibida.
Pierre evalúa el viento, lo inhala, lo acaricia para hacerse amigo de él. Luego
baja completamente la capota y libera la cometa. Valerie lo ayuda aligerando el
aparato mientras él se instala sentado, la espalda sujeta por los asientos
delanteros. Echan el artefacto al aire y Pierre se habitúa a mantenerlo a uno o
dos metros del coche. Cuando lo siente bien inflado, impaciente por levantarse,
afloja la cuerda.
El aleta blanca sale disparada como una flecha. En un instante esta a diez
metros. Entonces, breves y fuertes ráfagas lo empujan fuera del carril de la
carretera. Pierre intenta acompárlo girándolo para no cruzar los cordeles pero el
viento, demasiado irregular, maltrata el artefacto. Alex acelera un poco,
aumenta la potencia para volver a colocarlo encima de ellos, paralelo al puente.
Valérie se da cuenta de que no podrán llevarlo más alto sin arriesgarse a
perderlo, entonces tira bruscamente del hilo que dispara.
Coche 62 a la central. Coche 62 a la central. Localizamos cometa, repito :
cometa localizada. Sector fluvial. Punto de conexión con el suelo evaluado a
menos de un kilómetro. Nos dirigimos a la zona. Repito : nos dirigimos a la zona.
En ese mismo momento, las octavillas inundan el cielo. El mogollón de papel se
abate sobre los transaúntes, a la vez sorprendidos y estupefactos de que algo
caiga del cielo. Ellos que habitualmente caminan puliendo el suelo con la
mirada, presentan de repente al sol un rostro radiante e infantil...pero no dura
mucho. Después de intercambiarse algunas miradas incrédulas, todo el mundo
baja la cabeza de nuevo para leer :
STOP CONSUMO
Poco osan coger un papel, pero todos tienen el inconsciente impresionado como
un negativo por el eslogan salvador. Y a lo largo del día la aventura
extraordinaria será contada : Y por cierto, así es como sus mensajes circulan lo
mejor : de boca en boca.
« Operación lograda, repito operación lograda ! » Pierre había estado a punto de
desistir en el momento del alejamiento : menos pesada, la cometa se alejaba ;
pero él siempre insistía en mantenerla agarrada hasta la liberación de la última
octavilla. Solamente en ese momento podía dejar escapar los cordeles y su
alegría, relajando por fín la tensión acumulada.
Al llegar al final del puente, el Peugeot entra en una calle concurrida para
eclipsarse entre el tráfico. La capota del coche está en su sitio, nada les pone en
evidencia salvo sus caras alegres.
Coche 62 a la Central. Coche 62 a la Central. Vehículo localizado, repito :
vehículo localizado. Tres individuos a bordo. Nada anormal que señalar, repito,
Nada anormal que señalar ¿Petición de intercepción ?
Valérie localiza la patrulla que desemboca por la derecha a toda velocidad, y se
ubica a su altura en la red paralela. Ninguno de los tres mira en su dirección para
evitar toparse con el ojo de la cámara.
« Central a coche 62. Central a coche 62. Negativo, repito negativo. Orden de
vigilancia. Para Usted.
Coche 62 a la central, mensaje bien recibido. Inicio de vigilancia : trece horas
cuarenta y nueve minutos. Dirección sudeste. »
Sin perderles de vista, la patrulla ralentiza y se queda detrás de ellos a algunos
metros de distancia. Alex sabe que ya no tienen nada que temer hasta el área de
salida, vuelve a coger entonces la circunvalación y conduce a la velocidad
autorizada hacia el sur. Valérie vuelve a pasar atrás, donde Pierre lia un cigarillo
comentando su proeza. Se pelean para encenderlo, pataleando de un lado a otro
del asiento. Esto prodría intepretarse como una chiquillada más pero Alex les
recuerda que la patrulla les graba constantemente. Como reacción ambos se
agachan completamente, desaparecen detrás de los asientos para reírse a
carcajadas, alternando besos y largos lametones. Solo aceptan volver a subir
una vez salidos de la ciudad cuando por fín Alex aparca, en la hierba.
« ¿Ahí está entonces tu huerta ? Sabes que vine por eso. Espero que los pájaros
no se lo hayan papeado todo. »
Valérie se abalanza hacia los frutales, liberados de la guata de la mañana. Corre
por el paseo dando saltos laterales como hacen los niños felices. Luego para,
dejándoles alcanzarlacon ella. Recoge una manzana amarilla. Por un instante
duda en volver a escenificar la escena del pecado y echándose atrás, prefiere
citar con estilo a Twain para acogerles en este nuevo mundo, este paraíso :
« Todo parece mejor que como estaba ayer. En la precipitación del acabado final,
habíamos dejado las montañas despedazadas/troceadas y algunas mesetas tan
llenas de basuras y de escombros que su aspecto era sumamente preocupante.
La prisa no va con bellas y nobles obras de arte ; ahora bien este mundo nuevo y
majestuoso es seguramente una obra muy noble y bella. Seguramente está muy
cerca de la perfección, a pesar de la rapidez de su realización. Contamos
demasiadas estrellas en ciertos sitios y no bastantes en otros, pero sin duda, lo
remediaremos uno de estos días. La Luna se soltó ayer por la noche, se deslizó,
fuera del marco - es una pérdida muy grave ; tengo el corazón partido de solo
pensarlo. No hay otros adornos ni decoración alguna que sea comparable con su
belleza y su lustre. Hubiéramos debido atarla mejor. Ojala pudiéramos
recuperarla... »*
*Mark Twain. El diario de Eva. éd. mille et une nuits n*56.
consumes : saqueas el planeta
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stop consumo arregla tu planeta
stop consumo arregla tu cabeza
stop consumo arregla tu planeta
stop consumo arregla tu cabeza
a cambio ...
toma tu tiempo
mira el cielo
toma el sol
busca la luna
toma tu tiempo
mira el cielo
toma el so
busca la luna
toma tu tiempo
mira el cielo
toma el sol
busca la luna
toma tu tiempo
mira el cielo
toma el sol
busca la luna
david vial
traducion : virginie soulé